De todas las artes conocidas, ninguna es tan beneficiosa como la expresión musical. Algunas creaciones musicales regulan, sincronizan, estimulan positivamente, sanan a aquellos que se dejan influenciar por esas frecuencias.
Estas frecuencias hacen que equilibremos nuestros centros de energía, llamados chakras, llevándonos a nuevos estados de quietud y plenitud, elevando nuestra consciencia y vibración.
Al equilibrar los centros de energía se produce de manera natural una conexión con lo más elevado dentro de nosotr@s. Por nuestra forma de vivir, fuera de la naturaleza en la mayoria de los casos, el estrés, adicciones, relaciones nocivas, alimentación no muy saludable... generamos un estado vibracional, una frequencia, que a su vez, es con la que interactuamos y creamos nuestra percepción de la realidad.
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